Estamos cambiando de hábitos por necesidad vital, por salud. Cuando «esto» acabe, quizá dejaremos de usar ese hábito creado para afrontar la pandemia. Este sistema «tapa problemas» es muy común entre nosotros: surge un problema y lo soluciono. Pero… ¿qué hay además ahí?

Escuchamos con cierta frecuencia esto de «tenemos que cambiar», como si de algo «ajeno» se tratara. Ya que que tenemos el tiempo ahora o el contexto más favorable para la reflexión propia, lo primero que aprecio es: tenemos que cambiar … o… ¿qué voy a cambiar yo de mi vida, mi trabajo, mis relaciones…? Y no tiene por qué aparecer nada…. aunque, como decía, esta observación individual en este tiempo, me ha dado el valor de dejar aquí una recomendación general. Usa polvos talco. Eso sí, de una marca concreta, de la marca «moyo». Tal co Mo yo.

Mirar por la ventana al que sale y pensar «es la segunda vez»; ver la tele y pensar «qué mal lo hacen»; escuchar las noticias y valorar «¡cómo se les ocurre…!»; estar trabajando y pensar «es que no tiene ni idea…»… ¿Te suena? Somos más practicantes de ver los defectos ajenos y menos actuantes de la autocrítica sana (como aprendizaje ya que sólo si me «pillo» haciendo algo que no me gusta podré cambiarlo; si me pillo haciendo algo que no me gusta y además he criticado en otros….¡polvos talco para curar el dolor de verme como el otro!). Comprender por ello ayuda a reducir la rabia y frustración de quien comprende. Ayuda a abrazar nuestra natural vulnerabilidad, más evidente en estos días.

Entender al otro no es un truco para estar bien solamente. Es una muestra de humildad, empatía verdadera y lo que llamamos en Mindfulness «sentimiento de humanidad compartida». Al otro le pasa lo mismo que a mi, aunque a veces no lo vea, no me de cuenta y le etiquete como «equivocado».

Comprender es un ejercicio del corazón, no de la mente («entiendo que el otro es un ser humano que a veces no se da cuenta o ve cosas diferentes a mi» en lugar del concepto de empatía a veces usado «yo entiendo lo que el otro hace porque lo analizo y creo que me podría pasar también»).

Además, comprender es compatible con poner límites. Recomiendo al respecto un post fabuloso de mi profesor Gonzalo Brito «Ama y pon límites», quien me enseñó este «truco» de los «polvos talco».

Si algo podemos apreciar en estos días son las diferentes formas que estamos teniendo las personas de afrontar la situación. Podemos activar la humildad y mirar cada respuesta o reacción desde el corazón. Podemos ensanchar nuestra mirada amorosa y apreciativa gracias a esta circunstancia mundial.

Siguiendo a Thich Nhat Hanh, «podemos tener una preciosa continuación».